Dijeron de ¡Por fin HOMBRES al fin!:

"Como todo libro de Ernesto Sinatra, éste es también un desafío… Sinatra se atreve a pensar en lo que escribe en este libro (tercero de una investigación abierta) que el destino masculino no puede prescindir de la estructura real de las mujeres… Entonces, ¿se modifica la forma en que pensamos la lógica masculina? Ese es el secreto de este libro y es un desafío a los lectores develarlo…
Los invito a intentarlo, como yo misma lo estoy haciendo… Solo Sinatra se ha atrevido a escribir sobre la cuestión masculina con una originalidad que nos obliga a repensarlo todo, o no-todo…
Yo misma, en tanto incansable investigadora de los enlaces y desenlaces entre hombres y mujeres, encuentro en este texto un interlocutor especialmente valioso…
Me dejo enseñar pues, por este libro, como por los dos anteriores.
Hombres y mujeres, psicoanalistas o no, verán afectados sus preconceptos y estimulada la renovación de su perspectiva… Adelante, entonces, lectores…".
MONICA TORRES

"En esta nueva versión sobre las vicisitudes de la masculinidad, Ernesto Sinatra continúa y re-escribe las preguntas y los interrogantes que ya hemos conocido en ¿Por qué los hombres son como son? y Nosotros, los hombres. Sinatra ha creado un estilo singular en todos sus libros: una manera de decir el psicoanálisis de otra manera, para utilizar una expresión que hace años dio título a una obra de Germán García. El lector no puede menos que sentirse implicado en la lectura, no sólo a título de analista, terapeuta, o interesado en los temas que el autor desarrolla, sino también en tanto sujeto del inconsciente. El secreto consiste en que Ernesto Sinatra no se limita a transmitirnos una serie de enunciados correctamente articulados, sino que él mismo es el primero que se compromete en su escritura, haciendo de la enunciación una presencia que nos mantiene aferrados al texto.
Por otra parte, la estrategia discursiva consistente en llevar la ilustración clínica y el síntoma al plano del malestar contemporáneo y las paradojas de la cultura, demuestra que el psicoanálisis no se reduce a su práctica, sino que es al mismo tiempo un modo de subvertir la comprensión del mundo. Hombres de ayer y de hoy, la masculinidad como mascarada, las mutaciones de los semblantes, y -cómo no- la mujer, siempre, como signo del deseo y de la angustia. Un escrito libro para los psicoanalistas, pero también para todos aquellos se sienten concernidos por la tarea del pensar".
GUSTAVO DESSAL