Russell 1° de Septiembre de 2014
Psicoanálisis | Cursos a distancia
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NUEVO:
 
El analista como objeto de uso en la obra de D. W. Winnicott
Desde el 8 de octubre al 19 de noviembre de 2014
Dra. Julieta M. Bareiro
Cursada interactiva con tutoría personalizada, foro de debate moderado y ayuda técnica online
 

Fundamentos

Este seminario propone organizar y sistematizar el concepto de análisis winnicottiano en general y, dentro de este, al analista como objeto de uso en particular. Si bien, en su obra, Winnicott se refirió al analista y a su lugar dentro del análisis, estos conceptos no aparecen suficientemente sistematizados. La razón de ello es la dificultad para rastrear, a lo largo de la obra winnicottiana una posición definida tanto acerca del lugar que ocupa el analista en el encuadre terapéutico, como sobre el análisis mismo. Por consiguiente, la formalización de las nociones antedichas –es decir, aquella operación que favorece la sistematización de su estructura lógica– se puede considerar relevante para el campo psicoanalítico. Básicamente, en función de dos grandes ejes: análisis y analista.

Eje análisis. Desde el inicio, el psicoanálisis ha considerado la importancia de delimitar la figura del analista en todo proceso analítico. La obra de Sigmund Freud es prolífica y minuciosa en dicho aspecto. En desarrollos posteriores, discípulos de Freud han trabajado en la misma senda –basta nombrar a Melanie Klein, Jacques Lacan, Karl Abraham, para citar a algunos– y Winnicott no ha sido la excepción. Si es posible establecer que el campo analítico se sostiene en su propia praxis, entonces, el lugar y el modo de aparición del analista en el proceso terapéutico resultan fundamentales para dar cuenta del trabajo propio del análisis. El aporte de Winnicott resulta novedoso al entender que el analista debe ocupar el lugar del objeto de uso en ese "juego de a dos" que propone como análisis. Sin embargo, pese a esta invitación legítima, su obra presenta ciertas dificultades a la hora de profundizar y sistematizar dicho concepto. Una primera aproximación muestra que el estilo winnicottiano no se ha preocupado demasiado por darle rigurosidad a nociones o redes conceptuales. Winnicott mismo refiere que su público se encuentra entre los padres y asistentes sociales, más que entre los analistas mismos. La consecuencia de esta postura política es el riesgo de banalización de conceptos fundamentales de la práctica. Debido a ello, resulta evidente la importancia de sortear el estilo winnicottiano para darle un giro al lector de este autor y organizar las nociones de analista y análisis para poder acceder a estos conceptos no siempre claros.

Eje analista. Winnicott considera a la psicoterapia como dos zonas de juego superpuestas: la del analista y la del paciente. Es al jugar -y no el juego- a lo que describe como una zona de experiencias que involucran tiempo y espacio. Pero, por sobre todo, la aceptación de una zona que no es interna ni tampoco verdaderamente externa, sino que se encuentra en un espacio intermedio fuera del dominio mágico y que se constituye a partir de la creatividad. Por eso ubica al jugar no sólo con el desear o pensar si no también con el hacer. De este modo, al análisis es un acto en donde dos juegan. Ahora bien, es condición del análisis que el paciente sea capaz de usar al analista. Para ello, el analista debe estar ubicado fuera de la zona de los fenómenos subjetivos, en cuanto fenómenos de omnipotencia. Aquí se plantea la idea de uso del objeto: por un lado, se da por sentada la relación de objeto -objeto significativo por mecanismos de proyección e introyección- y, por el otro, se le suman las características propias del objeto, tales como su naturaleza y su carácter. Esto es, que el objeto exista en la realidad compartida fuera del control omnipotente pero, por sobre todas las cosas, que el objeto de uso –el analista- sobreviva a la destrucción. La destrucción es lo que permite el pasaje de la relación al uso. Así, la fantasía de que potencialmente se podría destruir al objeto se contrarresta con que el objeto sobrevive. La interpretación, los silencios y la capacidad de juego del analista tienen que ver con ello.

De acuerdo a lo expuesto, este curso constará de dos grandes partes: en la primera se detallará el pensamiento de Donald Woods Winnicott en relación a sus conceptos fundamentales como: madre, ambiente, holding, handling, objetos, trauma, creatividad y agresividad; entre otros. Ellos conforman el punto de partida desde donde este autor conceptualiza su clínica.

La segunda parte, consistirá en establecer estos términos en función del análisis y el analista mismo. Para ello se trabajarán, entre otros, los siguientes conceptos: análisis, analista, objeto de uso, variedades clínicas. Esta organización intentará mostrar que las experiencias tempranas del sujeto, en relación al ser y al seguir siendo, son las mismas con las que el analista y el paciente se encuentran en cada análisis, en la medida en que este espacio enlaza a la existencia y el lugar en el mundo en el que se habita.

 
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