Textos de acceso libre
En busca del mundo perdido.
Dr. Luis Nenkies.
Buenos Aires, 2 de agosto de 2020.
“La vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser”.
Del tango Cuesta abajo. Carlos Gardel.
En esta pandemia se juega no solo la supervivencia de la Humanidad, sino también el futuro social, político y económico que surgirá cuando el virus decida abandonarnos.
Este virus nos aísla, nos distancia, nos aterroriza pero no genera ideologías, más bien funciona como un objeto transicional que descubre las impurezas e incongruencias de nuestra sociedad.
Harari, el prestigioso pensador israelí, sostiene que cuando esta tormenta pase, las decisiones que tomemos cambiaran nuestras vidas.
En ese sentido, en plena pandemia, observamos la urgencia -sobre todo en los países centrales- de reinstalar, de restituir los iconos del Neoliberalismo, lo que Guy Debord denominó La sociedad del espectáculo[1], es decir el deporte, los shows, la poderosa red social, el turismo espacial últimamente a fin de no perder el dominio autocrático narcisista sobre el planeta.
El neoliberalismo ha surfeado varias crisis, aún la impactante del año 2008 -la de la burbuja hipotecaria- que algunos analistas auguraban como el fin del capitalismo, pero resurgió con más fuerza y poder, sin apelar a soluciones bélicas o violentas, en una feliz analogía que construyó el prestigioso filósofo Giles Deleuze con una planta llamada Rizoma[2], que es una formación subterránea con múltiples ramificaciones y que si se intenta cortarlas reviven con más fuerza y despliegue.
Lo que sucede en la actualidad es que el poder económico, en su progreso depredador, padece la peor crisis de la historia. Sepultado en su anterior versión globalizada en un escenario desconocido e incierto -que le genera el pánico de una quiebra de su modelo planetario- se encuentra con una humanidad desesperanzada en una atemporalidad sin objetivos, sin destino, donde todo pasa rápido y con el terror de que la muerte pueda llegar sin anunciarse.
Es una población exhausta, deprimida y, sobre todo, escéptica de las promesas incumplidas de una tecnología, de una ciencia, que podía dar cuenta de todas las amenazas que acuciaban al hombre, más allá de que promovían la destrucción del planeta y la inequidad social.
En efecto, en una versión almibarada de un mundo feliz, se vivía el imperativo de un goce infinito a través de sus pilares: el individualismo más acérrimo o el consumismo y, por ende, el exitismo en una suerte de prótesis para sortear la castración que apuntaba no solo al sentimiento de finitud sino a la Singularidad y al Deseo. Mientras quedaban abandonados a la vera del camino una multitud de carenciados, descartados, diferentes.
Aún más, últimamente en un avance incontrolable a través de la simbiosis entre la técnica, la ciencia y el Mercado y el impacto del biopoder -según el último Foucalt con el aporte de las Neurociencias, la Genética, la Robótica y de la Biología Molecular-, se penetra no solo sobre el planeta y la mente sino a la intimidad de los cuerpos, fragmentados, alejados de su condición humana con unidad Holística de mente, cuerpo, mundo.
Mediante técnicas de seducción, manipulación y discursos médicos afines, se interpela al cuerpo desde el poder, no en términos de salud, sino en la maximización de su potencial en sus versiones de belleza, fitness, esfuerzos a fin de fortalecer la acumulación, en un modelo que el filósofo coreano Byung-Chul Han denomina ‘sociedad de rendimiento’[3].
Frente a este panorama, el sujeto actual impotente en su precaria subjetividad, a expensas del macabro virus, del colapso del sueño neoliberal, de la complacencia de los Estados y donde depende de prácticas casi medievales -como son los lavados y el aislamiento social- se encuentra en un punto de inflexión crucial acerca de su futuro.
¿Seguirá siendo campo fértil de las Pulsiones de dominio y de Muerte de este mercado poshumanista? ¿O se animará a imponerse alumbrando un nuevo sueño iluminista y, en una nueva versión prometeica, arrebatando el fuego a los dioses del olimpo financista?
Referencias
- Guy Debord: La sociedad del espectáculo, Editorial La Marca, Buenos Aires, 2018.
- Gilles Deleuze y Félix Guattari: Rizoma, Editorial Pre-Textos, España, 1977.
- Byung-Chul Han: La sociedad del cansancio, Editorial Herder, España, 2016.
Acerca del autor:
Dr. Luis Nenkies.
Psiquiatra y Psicoanalista.
Presidente del Círculo de Psicología Profunda, 1990 a 2015.
Docente en UBA, 1980 a 1992.
Jefe interino del Servicio de Salud Mental del Hospital Fernández, 1985 a 1990.
Coautor del libro Depresiones y Antidepresivos. De la neurona y de la mente, de la molécula y la mente, Editorial Panamericana, Buenos Aires, 2001.
Autor de artículos sobre la especialidad publicados en revistas nacionales y extranjeras.
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