Textos de acceso libre
Psicoanálisis y música
Graciela Esperanza y Jorge Bekerman *
Queridos colegas,
Psicoanálisis y música tiene como objetivo principal convocar a quienes se sientan - ya desde el psicoanálisis, ya desde la música, ya desde otros puntos de vista – aludidos por el misterio que condensa esa letra y como conjunción que une-separa Psicoanálisis y Música. Sostenemos que esta conjunción aguarda aún una escritura.
De hecho, el psicoanálisis sabe muy poco sobre lo que nos hace la música, o sobre lo que la música hace de nosotros, o sobre lo que es capaz de hacer la música con nosotros. También es muy poco lo que el psicoanálisis sabe de porqué la música nos hace eso que nos hace ("eso" puede ser tomado aquí en su estricto sentido freudiano, traducido otras veces como "ello"). Estamos entonces en un terreno abierto a la investigación, o lo que es casi lo mismo: al balbuceo.
Quien sabe si esa conjunción, psicoanálisis y música, precisamente en tanto aún no escrita, oculte y revele un margen. Dicho de otro modo: un borde, lo que implica una topología. Este margen, este borde, aunque pueda parecer a veces muy ... "pequeño", quizás esté esperando - al modo del teorema de Fermat - sus signos, sus soluciones.
Abrimos así este espacio de margen, de borde. Queremos que resulte apto para dar lugar a aproximaciones, como tales abiertas al error; a aseveraciones arriesgadas, a intuiciones, a corazonadas. Al fin y al cabo, ¿porqué no? Hay que arreglarse con lo que hay, y lo que sabemos a ciencia cierta es que sobre psicoanálisis y música, lo que hay está abundantemente marcado por los signos de la escasez. Balbuceos, intuiciones, corazonadas pueden dar extensión y argumentos al y de la conjunción, o incluso llegar a demostrar (o mostrar) su imposibilidad.
Podrá ser el sitio para algunas definiciones, si fuera posible construirlas, y para interrogantes como los que conciernen al enigma del tiempo, "sustancia" con la que están hechos el psicoanálisis y la música.
Como psicoanalistas nuestro punto de partida es la "Docta Ignorancia": queremos estar abiertos a dejarnos enseñar por el arte musical, a aprender su lección, a aprehenderla. Nuestro campo será el del principio del placer y, muy especialmente, su más allá cuando de lo que se trata es de la sensualidad diabólica del sonido. Dicho de otro modo, este campo concierne al cuerpo, a ese cuerpo que, precisamente, nos es arrebatado con lo más "elemental" de la música: el ritmo.
Tal vez, a la pregunta respecto de qué es lo que la música vuelve próximo, qué es lo que de ella se aproxima, podamos con el psicoanálisis intentar alguna respuesta, sabiendo que ni allá, en la obra de arte musical, ni acá, en el discurso analítico, es posible decirlo todo.
Si las cosas suceden de acuerdo a nuestras expectativas veremos agregarse una a otra lecturas e interpretaciones, distintas y hasta contradictorias. Nuestra finalidad es entonces que la interlocución posible anime una escritura en movimiento, que resulte adecuada para alojar aluvionalmente cada nuevo opus textual.
Autor de los cursos a distancia
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