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Concepciones de infancia en la obra de Telma Reca
Ana María Bloj
Este trabajo fue premiado en el marco del Concurso de Contenidos de la Comunidad Russell (2003-2004)
"Pienso que interesa esta historia, pues es la del nacimiento de una nueva forma de asistencia clínica en un medio hasta entonces ajeno a su conocimiento y práctica."
(Reca, 1976)
Introducción
Este trabajo tiene por objeto analizar las concepciones de infancia que se vislumbran en la obra de la Dra. Telma Reca, reconocida psiquiatra infantil de la Argentina.
Partimos del supuesto de que existe una mutua incidencia entre las representaciones culturales acerca de la infancia y la producción teórica de los psicoanalistas infantiles.
Consideramos la infancia como una categoría de análisis con valor instrumental, respecto de la cual pueden surgir los modelos y métodos particulares y específicos de la producción teórica de la autora a tratar.
No desconocemos la intervención de las relaciones de poder en la producción de la representación que abordamos. Dichas relaciones se establecen fundamentalmente en un doble proceso: en tanto el poder define los modos en que la representación de infancia es procesada o construida, y en tanto tiene un lugar en la producción de identidades culturales y sociales; reforzando por tanto las relaciones de poder.
Un nuevo objeto de estudio de la salud mental: "El niño normal"
I. Telma Reca comenzó su práctica por el año 1928, al egresar con diploma de honor de la Facultad de Medicina en la Capital Federal. Dotada de una importante vocación humanística, se dedicó en sus inicios especialmente al estudio de la delincuencia infantil, tema al cual dedica su tesis doctoral en 1932 (Stewart de Costa, 1992: 277)
En 1930, Reca obtiene una beca para viajar a los Estados Unidos, donde se encuentra con un clima renovado, en el que se abría el campo de la psiquiatría dinámica infantil. La autora trae al país un nuevo modo de abordar la salud mental del niño; y con ello un nuevo objeto de estudio dentro del terreno de la infancia: "el niño normal".
Reca relata que en la Argentina la psiquiatría infantil se basaba en la perspectiva anatomopatológica, con entidades nosológicas claramente diferenciadas, dedicándose especialmente a la deficiencia mental (Reca, 1976:13).
II. A Reca no le resultó fácil insertarse en su medio. El hecho de que fuera mujer, que dominara muy bien el inglés y que trajera propuestas novedosas para la época, hacían de ella un ser de vanguardia en múltiples dimensiones.
Más allá de estas condiciones pensamos que existieron una serie de condicionantes históricos que le permitieron obtener un lugar destacado en su medio:
- Sus planteos iniciales empalmaron con las preocupaciones e intereses de la época respecto a la pregunta por qué hacer con la "infancia descarriada", cuestión a la que el encierro no daba en solucionar
- Resultaba más aceptable que fuese una mujer quien se ocupara de los niños en este terreno; más aún desde la perspectiva dinámica, en tanto que la misma apunta a la "compresión del niño".
- La Psiquiatría Infantil no resultaba una especialidad de interés para los psiquiatras de la época. Se trataba de una disciplina "menor" que contaba con escasos adeptos.
Reca logra instalar en 1934 un consultorio de Higiene Mental en el Hospital de Clínicas en lo que sería el primer servicio en los países de habla castellana que abordase aspectos psicológico-psiquiátricos de niños con trastornos psíquicos.
Lo natural y lo cultural en el niño: una delgada línea
En términos generales observamos una concepción romántica, rousoniana de la infancia en la obra de Reca. El niño sano sería aquel que logra no desviarse de su crecimiento conforme a los dictados de la naturaleza.
Los planteos de Rousseau se retoman en la obra de Reca en la idea de que el niño debe crecer conforme a su naturaleza, pero al mismo tiempo expone que se trata de un ser capaz de razón, con una lógica diferente a la del adulto.
Si bien, a diferencia de Rousseau, la idea de Reca no se sitúa en el intento de reconstruir la sociedad por medio de la teoría de un nuevo orden natural y ubica en la vida civilizada un alejamiento de dicha naturalidad, se muestra partidaria de respetar ese orden para un buen crecimiento y desarrollo del niño.
En un artículo de la Revista El Hogar en la que fuera entrevistada para opinar acerca de un niño prodigio de la época: Pierino Gamba la autora plantea que la virtud del mismo se encuentra "contenida en la sustancia hereditaria materna o paterna" (Reca, 1949) y forma parte de su naturaleza. Pero las posibilidades en germen del factor hereditario se desarrollan en función de las condiciones del ambiente.
El planteo de la autora sería que el ambiente debe ayudar al niño a desarrollar del mejor modo posible su propia naturaleza.
Así, para Reca, naturaleza y cultura son dos factores que pueden ir de la mano si se respetan determinadas condiciones.
El niño queda definido por la autora como un ser en el que se combina herencia, naturaleza biológica y medio ambiente.
El niño: ese oscuro objeto
Reca insiste en calificar al niño como aquel que posee cierta oscuridad frente a la mirada del adulto. El niño plantea así una dimensión enigmática que la autora invita a desentrañar.
Paradójicamente esa oscuridad presentifica para los adultos una doble cuestión: un límite y un atractivo. El niño antepone al terapeuta un núcleo oscuro difícil de penetrar de tal modo que ese aspecto, la oscuridad, hiciera a su propia esencia:
"...la escuela ve al niño como un receptáculo de nociones..., y no como a un ser vivo en pleno desarrollo, lleno de posibilidades y de claroscuros..." (Reca, 1947:200)
Así, la tarea del terapeuta infantil será desentrañar esas oscuridades a fin de colaborar en la comprensión de cada niño, de las causas de la producción de síntomas o malestares que el mismo exprese. En estas oscuridades podemos ubicar tanto la dimensión inconsciente, como la ignorancia de los adultos acerca de las características del niño.
El lugar de los padres en el desarrollo del niño: "Padres perplejos"
De la doble vertiente que puede situarse en la oscuridad del niño, Reca se queda con la segunda instancia para el trabajo con los padres. En cambio, para el desarrollo de los aspectos clínicos, Reca toma más en cuenta los desarrollos psicoanalíticos.
Lo inconsciente y lo involuntario quedan situados a un mismo nivel cuando de los padres se trata, dejándolos del lado del desconocimiento como problema a solucionar: los padres deben saber de las oscuridades de la infancia. Para ello deben recibir una educación adecuada. Los padres, parecen haber olvidado su saber acerca del crecimiento natural. Son los profesionales, y los niños los que portan ese saber.
Conclusiones
Pensamos que Reca contribuye en la producción de representaciones acerca de la infancia en tanto plantea la existencia del niño como un ser con entidad propia, que merece ser escuchado y comprendido. De este modo Reca deja al adulto como responsable de cuidar del niño o niña sin convertirlo en su objeto, otorgándoles la posibilidad de tomar un papel activo y protagónico.
El niño no es un ser a ser rotulado por un diagnóstico, sino un sujeto al que el terapeuta desea conocer.
Por otra parte, no podemos hablar de una concepción unívoca de infancia en la obra de Reca. Al respecto encontramos al menos dos dimensiones en las que la representación se torna dilemática.
- en la relación naturaleza-cultura
- en la idea de un niño con una sexualidad que le es propia versus la idea de un niño al que sólo se relaciona con la sexualidad por la vía de la información acerca del tema. (este aspecto no se encuentra desarrollado en esta síntesis)
En cambio, queda claro que sitúa al niño como sujeto determinado por su historia y por la influencia del medio en el que habita. El factor hereditario guarda una dimensión importante, pero que sólo sería desplegable por el contexto en el que crece y se desarrolla.
Consideramos que la autora incidió ampliamente en las representaciones de infancia de su tiempo. También contribuyó en sus escritos y a través de su clínica a desdramatizar y situar como "aceptables" ciertas conductas que horrorizaban o asustaban a los adultos de la época.
Sin dudas Reca colaboró en la modificación de los modos de interpretar las conductas infantiles por parte del adulto.
Nos interesa ampliamente contribuir a que esta y otras historias no queden en el olvido, porque –como dice la misma Reca- son historias que merecen ser contadas.
Bibliografía
- Fendrik, Silvia. Psicoanalistas de niños: Orígenes y destinos de su obra. Telma Reca. Clase 5. [En línea] Buenos Aires. Comunidad Russell. 2002. Acceso limitado a cursantes del seminario.
- Reca, Telma. La inadaptación escolar: Problemas de conducta del niño en la escuela. Segunda edición. Buenos Aires: El Ateneo, 1947. (207 p.).
- Personalidad y conducta del niño. Sexta edición. Buenos Aires: El Ateneo, 1959. (172 p.)
- Psicoterapia en la infancia. Tercera edición. Buenos Aires. Ediciones Nueva Visión, 1976. (386 p.).
- Revista El Hogar, "No es un adulto en miniatura: Entrevista a la Dra. Reca." Buenos Aires: 10 de junio de 1949 (194-19.)
- Stewart de Costa, Evelina. Biografía: Telma Reca. Apenas un esbozo de su camino." Revista Argentina de Clínica Psicológica, I Vol I Nº 3. (1992) pp.277-280.
Ana María Bloj
Localidad de residencia: Rosario, Provincia de Santa Fé, Argentina. Psicóloga, egresada de la Facultad de Psicología dependiente de la Universidad Nacional de Rosario en el año mil novecientos ochenta y nueve. Carrera de Especialización de Posgrado en Psicología Clínica, Institucional y Comunitaria. Facultad de Psicología. Universidad Nacional de Rosario. Egresada 1994.Doctorado de Psicología. Facultad de Psicología. Universidad Nacional de Rosario. Cursa actualmente. Profesor Adjunto dedicación semiexclusiva. Area: Psicología. Departamento: Psicología Educativa. Asignatura: Psicología Educativa II. Universidad Nacional de Rosario. Periodo: 1-3-96 hasta la fecha. |